El Desarrollo Financiero

La actividad económica chilena requería de múltiples estímulos para mantener el ritmo de crecimiento que estaba adquiriendo. No sólo las inversiones directas, estatales y particulares, permitían explotar los minerales y campos; también fue necesario desarrollar un sistema crediticio y bancario que pudiera adelantar o prestar dinero a quienes lo requerían. Así, a mediados del siglo XIX comenzaron a aparecer los primeros bancos en los principales centros económicos del país; estos emitían papel moneda o billetes que remplazaban el oro y la plata, hasta ese entonces los únicos medios de pago aceptados en las transacciones. Para regular el funcionamiento de las instituciones bancarias, en 1860 el gobierno dictó la Ley de Bancos. Junto a los bancos particulares, el Estado también contribuyó a la expansión del crédito, creando la Caja de Crédito Hipotecario y la Caja Nacional de Ahorros, cuyo objetivo fue facilitar dinero a los agricultores y estimular el ahorro respectivamente.